Miniatura de máquina de aventar fiel reflejo de la que se fabricaba en Deza. Nuestro pueblo fue pionero en esto de fabricar máquinas de este tipo; pero no se tuvo la visión de futuro y no se innovaron tipos más adelantados y hubo que importarlos de fuera, teniendo el material humano ya enseñado que no se atrevieron a tirar "palante" quizá pesando en lo económico. Claro; a lo peor había que pensar, primeramente que todo, en comer...
Un abrazo.