Este
parque, en cuyo solar estuvo en
cementerio no hace muchos años, es un lugar muy visitado en
verano por los niños y mocetes que vienen de todos los
barrios con sus monturas, (lease
bicicletas) y que siempre van a parar a la
fuente a beber
agua. Llegan agotados y tienen sed; pero claro, lo extraño es que haya algunos que se dediquen a hacer de las suyas. Aquí tenemos una muestra: La fuente descabezada... Un abrazo