Muy bello
rincón; pero solamente en años de
lluvias abundantes. Y es una lástima porque el manantial de Peribáñez, forma hasta llegar a la desembocadura del
Río Henar, una serie de
cascadas muy bonitas y cantarinas. Y sus
aguas frescas como las rosas, te dejan el cuerpo tan relajado y con tantas ganas de vivir, que merece la pena darse un
paseo hasta el lugar, aunque nada más sea para remojarte los pies como hacen estos dos niños Este año, tal como van las cosas, no tendremos esa suerte, porque con esta sequía solo encontrarás lagartos y culebras en todo el barranco.