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Hundimiento, DEZA

Hace muchos años, en este mísmo lugar estaba la era que hacía servir mi padre para trillar sus mieses. No era muy buena; pero estaba muy cerca de nuestra casa y aunque era pequeña, nos las arreglábamos con ella para sacar adelante nuestra escasa cosecha de cereales. Estaba al pie del Cerro de la Horca y en el lado sur la cruzaba una franja rocosa, al parecer muy fuerte y estable. No lo debía ser tanto como parecía pues hace pocos tiempo, un año lluvioso, cuando ya nadie la hacía servir para nada, de buenas a primeras se derrumbó todo aquel farallón de rocas y enronó el solar con cientos de toneladas tal como apreciamos en la presente fotografía
Y hablando de hundimientos, el Numancia lo tiene crudo. Mañana el dilema es ganar... o ganar. No hay otra. Y a esperar. La lógica dice que con muchachos como los que ahora tiene el club en segunda muy pronto estaráMás no han podido hacer. Chapeau. Aunque para eso no tenían que haber echado a Sergio Kressic.
Alguien pensará que esta foto la tomo como metáfora del trato que algunos dan a nuestro hermoso castellano. No, no creo en su hundimiento a pesar de las coces que recibe a diario. Que marremos los que no somos académicos de la Lengua -algo que, lógicamente, no está al alcance de cualquiera- tiene un pase. Ya lo tiene menos que quienes viven de escribir en nuestra lengua -y algunos viven muy bien, por cierto- o de utilizarla como medio de expresión: periodistas, articulistas, escritores, locutores,...