La
campana que vemos dividida en dos partes, una de ellas en el suelo y la otra en su lugar descanso, lleva ya algunos años averiada. Y eso que era nueva o mejor dicho, refundida, cuando se rompió. Había sido el resultado de fundir la antigua campana de
San Juan que estaba rajada y no sonaba muy bien. Campana que no se debería haber cambiado, muy hermosa ella, de bello porte y de estilo tradicional, con cabeza de madera. La defenestraron y refundieron en Aranda de Duero y salió como resultado de aquella acción, este engendro de campanillo moderno que no pega en una
torre antigua como la nuestra y que además se partió por la mitad al poco tiempo, no causando daño de milagro puesto que al campanero de turno le cayó a los pies y solamente le cortó la punta del zapato. Lo que desconozco es por qué no se pidió al fabricante, en aquel momento de la avería, la correspondiente garantía pues están a la vista los fallos evidentes de una fundición defectuosa. Buenos días
Deza y un abrazo.