Hasta fechas muy recientes era habitual ver en nuestro
pueblo, centenares de buitres volando por su entorno, sobre todo si había
comida con que alimentar sus estómagos, proporcionada por las bajas que se producían en las granjas de
Deza. Ahora, después de esperar y esperar, ya se han desengañado y no viene ni uno ni por equivocación, debido a que todo animal muerto hay que entregarlo a la Junta de Castilla-
León que se encargará de hacerlo desaparecer, creo que mediante cremación. Esta misma Junta se encargará de alimentarlos con carne sacrificada, en comederos especiales; pero lejos de aquí. Nuestra tierra dejó de ser su habitat a partir de entonces y nosotros perdimos unos vecinos de miles de año que además eran nuestroos invitados diarios. Un abrazo, Deza.