CANCIÓN A MI
PUEBLO, QUE ES
DEZA
Ya sabemos que un trovador hoy en día es raro, por lo menos de aquellos que iban de pueblo en pueblo cantando y contando historias que tanto gustaban a las gentes sencillas. No había radio ni televisión y era una manera de entretener a los
pueblos. Hoy en día con estos medios de comunicación actuales, los trovadores ya no se ganarían la vida y aunque existe alguno, lo hace por vocación. Los vídeos, los discos, los libros, los DVDs etc, sustituyen de alguna manera a todos aquellos hombres, maravillosos que llenaron de encanto, tantos lugares de la tierra.
¡Y yo, quisiera ser trovador…! Por lo menos lo he intentado y no me resulta difícil porque yo a mi pueblo lo llevo en el alma.
Pero... primero os voy a presentar a mi pueblo. Se llama DEZA y pertenece a la provincia de
Soria, aunque ya en al raya de
Aragón. Se nos llama rayanos o sea de los dos lados. Podemos tirar allá donde nos convenga, según las circunstancias del momento.
En la
antigüedad, Deza, la habitaron los Iberos que se juntarían con los Bel-los, que quiere decir belicosos o sea guerreros y que fue una rama de los celtas que bajaron de los actuales
Países Bajos y se asentaron por aquí, subiendo, por la margen derecha del Jalón. Eran de cabellos rojizos y a pesar de los años, todavía se conservan algunos genes en nuestras gentes. La mezcla de unos y otros daría la raza celtibérica. Después nos colonizaron los
romanos en aquellos años de Numancia, los visigodos, los árabes a los que siguieron los cristianos que ya era una mezcla de todo. Faltaban los judíos y los moriscos y también los tuvimos por aquí. Pues un revuelto de esto, somos los dezanos: Un crisol de razas y
costumbres.
Si repasas el
foro de Deza verás que es muy extenso. Nos lo agradecerás y sabrás muchas cosas de la Muy Leal y Noble Villa de Deza, que yo no te puedo explicar ahora. Si vienes siempre serás bién recibido. Si solamente es de visita relámpago, no traigas
agua, que tenemos muy buenos manantiales por aquí. Mejor es que traigas una buena bota de vino de Aragón, nuestros vecinos, que saben cuidar muy bien sus viñas y sus caldos.
Y ahora le toca a la poesía. Veamos:
QUISIERA SER TROVADOR.
Quisiera ser trovador
de las tierras de Castilla
para cantar a mi pueblo
muy leal y noble villa.
En los confines de Soria
abrazada de Aragón
está mi Deza querida
tierra de mi corazón.
Nadie sabe con acierto
por qué te llamas así;
pero el hombre primitivo
ya se vino aquí a vivir.
Que diera yo, que daría
por saber como tu eras
quien te fundó, quien te hizo
y quien habitó tus
cuevas.
Sin duda fueron iberos
y después los celtas fueron
los que juntando su sangre
se llamaron celtíberos.
En tiempo de los romanos
se nos llamaba los bel•los
por ser gente valerosa
belicosos y guerreros
Pues de bel•lum bel•li =guerra
como se dice en latín
nos pusieron este nombre
a los que somos de aquí
De Roma son las legiones
las que su yugo impusieron
las mismas que a los arévacos
en Numancia destruyeron.
Pues antes que ser esclavos
de otro pueblo de extranjeros
prefirieron el morir
abrasados por el fuego.
El nombre al Suso darían
ya que “sursum” es arriba
de las
fuentes que aquí manan
de las
aguas que aquí avivan.
Fuente vieja que es font bella
fué para ellos font nova
recién puestas esas
piedras
que aun se conservan ahora
Al caer el viejo imperio
y venir el visigodo
la fuente siguió sirviendo
allá abajito del todo.
Serían los bereberes
que también se llaman árabes
los que guiaran las aguas
a través de las
canales.
Las que movieron
molinos
y alimentaron batanes
para hacer harina y
pan
y tejidos y telares.
En mantas fuimos famosos
y en las labores del lino
en tortas y mantecados
y en cántaros y botijos.
Martín de los Finojosa
antes de entrar al
convento
ya conocía estas fuentes
y no olvidó ni un momento.
A pesar de ser famoso
y llegar a ser obispo
llegó a ser
santo que es más
por las aguas del bautismo.
Aguas que fueron del suso
o seguro del Algadir
o bien fueron de la vieja
pero, sin duda, de aquí.
Deza tiene muchas aguas
pero ya no tiene vinos
arrancó todas las viñas
para sembrarlas de trigo.
No tiene gran importancia
teniendo buenos vecinos
que conocen sus viñedos
y producen buenos tintos.
Son maños... aragoneses...
nobles, rudos y sencillos
como somos los de Deza
los de este pueblo querido.
Vicente González Aleza