En la actualidad y dado que la mayoría de las paredes de los
corrales que hay por el
campo tienen las paredes derruidas, se recurre a estas vallas metálicas para que en el
verano se pueda recoger el
ganado mientras el siesteo, y no se disperse por el campo. Aunque la verdad es que cuando el calor aprieta las
ovejas se apelotonan y no se mueven nada.