Este pobre
trillo que quedó abandonado a su suerte, estuvo a las
puertas del progreso. Fue el último modelo que se usó, tirado con fuerza animal. Había dado un gran salto en el escalafón pues su antecesor era el trillo
romano que todavía se usaba en los años cincuenta del siglo pasado y que era de los tiempos del neolítico. Usaba las chinas que ya habían usado nuestros antecesores en los tiempos prehistóricos. Ahora había aparecido el que estamos viendo en la
foto y que tuvo un vida efímera pues enseguida vinieron las máquinas de
trillar y quedó abandonado, tal como se está viendo.
Un abrazo
Deza.