Una vista del
pueblo desde El Alto del Ramo, nombre que conserva dicho cerro desde tiempos inmemoriales por el hecho de anunciar un ramo muy alto que había empezado a emberar la uva y que ya no se podía entrar en las viñas, bajo pena de ser denunciado por ir a robar uva. Tu podías alegar que no llevabas ningún racimo; pero podías llevar la barriguita llena de granos, que no se ven desde fuera y ser culpable. Ya te avisaban...
Un abrazo
Deza.