Parra podada, DEZA

Esta parra ha pasado el invierno revestida con sus sarmientos pelados de hojas; pero al llegar la primavera y empezar a mover su sabia, que es lo mismo que la sangre de sus venas, se tiene que podar, tal como se ve en la presente fotografía, con el fin de que despues de un lloriqueo con sus lagrimitas y todo, comience una nueva etapa revistiéndose con su verde ropaje y termine con la donación de sus frutos que serán seguramente el sustento de los gorriones y de los tordos que no dejaran ni un momento de vigilar el envero. Porque serán ellos, al fin y al cabo los amos y para el que la podó se quedará con los racimos pelados. Es así la vida...
Buenos días y un abrazo.
La señorita Benita, que ronda ya el siglo y que ultimamente estaba malita, siempre que la veía en Semana Santa me decía que su padre podaba la parra que tienen en la entrada de su casa, el Viernes Santo. Siguiendo sus consejos, hace ya algunos años que yo también la podo en esa fecha señalada; aunque he de decir que el presente año, cada mañana amanecía con sus lágrimas heladas. Si; cierto las parras lloran y lo hacen abundantemente para cicatrizar las heridas del sarmiento que se ha cortado.
Hacen...
Una de las parras mas hermosas de las calles de nuestro pueblo. En Deza tenemos, la subida a la Plaza desde La Puerta Cihuela, con el nombre de Calle del Capitán Don Agustín Aguado; pero que nunca a perdido para la gente el que tuvo de antiguo, de la Cuesta de la Parra.
El Capitán Aguado fue hijo de este pueblo y murió en la guerra de Marruecos. Las personas mayores conocimos a su madre viviendo en Deza, viuda de militar de alto rango.
Un abrazo.