Aquí vemos una imagen de
Cristo crucificado, comunmente llamado un crucifijo, que es el que usamos el día de Viernes
Santo, para la celebración de la adoración de la
Santa Cruz. Por tres veces consecutivas, el sacerdote o el diácono en su defecto, irá descubriendo la imagen poco a poco y recitando cada vez la alta, la siguiente estrofa: "Este es el
arbol de la Cruz donde murió clavada la Salvación del mundo", respondiendo los fieles: "Venid y adorémos"...
Es una imagen muy sencilla y desproporcionada que tiene los brazos muy cortos; pero muy emotiva.
Un abrazo.