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Herradura de la buena suerte, DEZA

Herradura de equino.
Interesante tema éste de las supersticiones. Como se dice, no siempre puede atribuirse a ignorancia. Es cierto que a más ignorancia, más supersticiones, pero nadie está libre de algunas. Personas cultas y sensatas también caen en ellas, aunque se disfracen de manías.
En el mundillo del fútbol, en particular, y del deporte en general, se dan muchas. Jugadores que al saltar al campo siempre pisan con el mismo pie, porteros que se niegan a ponerse un jersey amarillo, la ausencia del 13 en las camisetas...
El alguacil, alguacilado, o el cazador, cazado habrá pensado más de uno, y de dos y de tres, a propósito de esos "poyuelos" y "poyuelas"; mira, el Manuel, tan defensor del idioma... y zas. Pues va a ser que no. Cierto que se me han olvidado las comillas -estos despistes de uno, mecachis- pero esos "poyuelos" y "poyuelas", donde, en sentido estricto, tenía que haber escrito polluelos y polluelas, como eufemismo de los niños y niñas, o hijos e hijas, estaban puestos a propósito, porque es un juego...
• Los zapatos boca abajo anuncian mala suerte.

• Cuando alguien muere, deben abrirse las ventanas para que salga el alma.

. Al jugar con el fuego, te mearás en la cama.

Un abrazo.
• Quien derrame pimienta discutirá con su mejor amigo.

• Derramar sal trae mala suerte, a menos que se arroje una pizca por encima del hombro izquierdo.

• Dejar moviéndose una mecedora vacía invita a los demonios a sentarse en ella.

Un abrazo.
• Plantar hiedra en la casa protege contra el mal.

• Da mala suerte pasar bajo una escalera.

• Romper un espejo supone siete años de mala fortuna.

Un abrazo.