Olé, DEZA

Una composición muy acertada y bonita
Buenos días, Deza. ¿Al que madruga, Dios le ayuda? Pues no sé. Uno se encontró a muy temprana hora una cartera llena de billetes y pensó eso de que al que madruga... aunque, pensándolo bien, consideró que más había madrugado el que la perdió.
Un saludo.