La ermita de San Roque está en reparación por peligro de derrumbre de su fábrica arquitectónica ya en estado deplorable. La vemos apenas tres semanas después de la peregrinación que cada año se hace el primer sábado de mayo. Por cierto nadie ha contado que hubo mucha participación de gente y que se tuvo que abandonar el lugar por causa de una gran tormenta que apedreó parte del término lindante con la provincia de Zaragoza en lugares llamados "las casillas" y "caminegro". Pobres cerezos del amigo José.