Sí; es posible y debemos en esta seguridad, luchar por hacerla nuestra. No hace mucho vi una película francesa de un jovenmédico, en un pueblo, que es todo para todos, dando lo mejor de sí mismo a cada uno de los que a él acudían profesional y personalmente y por supuesto, que todo el mundo va también a contarle su dolor pues pareciera que por ninguna parte asoma su rostro, el ser de la felicidad, y aquí y allá una familia y otra, una joven y otra,... De nada, Manuel, el relato del P. Pedro lo he tenido que transcribir porque no se puede copiar y pegar, haciéndolo por entregas, pero ha sido una gran satisfación el comprobar que, su trasfondo, ha sido bien recibido y ha llegado a tu sensibilidad y a la de otros muchos amigos. En estos tiempos que nos toca virir, es difícil apreciar la sencilez y el espíritu con que está redactado. Hay que darle las gracias a él que ha sabido plasmar, en pocas palabras, la realidad de un pueblo que todavía tiene... Inmersos como estamos en la vida que nos toca vivir, quizá con demasiado ajetreo, nos olvidamos con más frecuencia de lo que sería deseable que convivir significa, precisamente, "vivir con". Me quedo, como compendio de las hermosas -y reales- palabras aquí expuestas, lo que el padre pedro dice al final: "Sentir lo humano hoy no es fácil, pero viviendo la cercanía del otro estoy seguro que es posible, y no solo posible, sino real, como lo he visto en los hombres y mujeres de este encantado y sencillo... Hoy termino con el relato del P Pedro agradeciéndole la deferencia que tuvo al dedicar palabras tan amables, así como el concepto que se llevó de nuestro pueblo.
“…en los rostros que salen de estas visitas”:
“La madre de una familiaamiga estaba en Soria, Capital de la provincia, que tiene, por ello, más recursos en todos los sentidos, que el pueblo, y digo esta madre, estaba fuera del pueblo porque había perdido facultades precisamente por abuso de las medicinas que tomaba, y por supuesto, no... Me alegro, pefeval, de que hayas desistido de tu primera idea de no querer publicar el resto del P. Pedro Hernández. Merecéis que se publique, sin duda. Espero que continúes en cuanto tengas ocasión.
Un saludo.