La imagen del Ecce Homo, en Deza. Se pueden apreciar los desgarros que el imaginero quiso plasmar en la espalda de Jesús, después del tormento de los azotes a los que fue sometido. Camino de la Solana, la noche de Viernes Santo, se dirige a hombros de sus cofrades, a la ermita de la Soledad. Destrás vienen el Nazareno y la Madre con su Hijo muerto en brazos. Un saludo.