El mes de agosto de 2004 nos reunimos la Asociación de los Jubilados de Deza y preparamos una comida de hermandad en el Pabellón Deportivo. Consistió en un primer plato de entremese variados, un buen plato de sabroso rancho, un melocotón de `postre, su vinillo y agua correspndientes y el cafetillo. Se acabó la fiesta acompañando las jotas una rondalla, también de jubilados, de otra localidad. Todo un éxito de camadería y amistad según contaron las crónicas al día siguiente. Así es como hay que convivir...