Este camino que empieza completamente llano en La Puerta Cihuela, después de unos cien metros, empieza poco a poco empinándose para que vayas calentando tus pulmones a medida que lo vas subiendo. Si llegases a lo alto sin detenerte es que eres un campeón pues la verdad es que se necesita un buen fuelle para coronarlo allá arriba en el llano de la ermita. Somos muchos del pueblo que lo hemos subido cientos de veces, la mayoría de ellas a garramanchones en la mula y las mismas veces lo habremos bajado andando por llevar, el susodicho jumento, la carga del acarreo encima de las anganillas. Muchas veces hemos bajado a los Santos Roque y Bárbara en mayo y septiembre y circunstancialmente, también hemos paseado alguna vez a nuestro Santísimo Cristo del Consuelo con toda la corte de imágenes parroquiales, en precesión conjunta de trece Cristos Benditos, de trece pueblos sedientos llamados de la Concordia, pidiéndo el agua para nuestros campos. Un abrazo Deza.