Como siempre, haciendo comedia en esto de los toros. Si no se hace antes se hace después como por ejemplo el año que se allanó el ruedo con un toro muerto transportado por otro mecánico y que solo hizo que causar pánico en unos, vergüenza en otros y risas en una gran mayoría. Una charlotada tercermundista que se debería haber denunciado en los organismos oficiales y en protección de animales. Para cerrar la plaza definitivamente, vaya. Una antitaurina convencida después de ver estas barbaridades.