A las 7, 30 de la mañana el camión con el ganado bravo se acerca a su destino La Calle la Parra, para una vez colocado y asegurado proceder a la suelta de los toros bravos que serán corridos por las calles por, precedidos de los mozos del pueblo. Entre los corredores antiguos un recuerdo para Salvador y Bernardo, y de los actuales Diego.