Cási que es increible que hasta los años cincuenta del siglo ya pasado, se trillara en las eras de toda España con estos armatostes de trillos. Eso ya se hacía en tiempo de los romanos...! Yo no me explico cómo en tantos siglos no fuesen capaces los hombres de inventar una cosa más práctica y más rápida. Entre ellos me incluyo yo mismo pues a mi me parecía normal eso de dar vueltas y más vueltas sin apenas adelantar nada de una a otra, pues la mies salía por detrás lo mismo que entraba por delante. Por lo menos con mis mulillas que casi no podían estirar ese tablón con cuatro chinas de sílex enganchadas debajo. Llegaron tardíamente otros trillos de discos que cortaban la paja con mas rapidez; pero el grano no se separaba de la espiga tan fácilmente, con los que se ganaba muy poco pues a media parva había que poner de nuevo el trillo convencional. Claro que llegaron las trilladoras después. En mi casa las saboreámos yo y mis hermanos con fluídez; pero fué tragando tamo yendo al jornal de aquellos que las tenían que como siempre eran los ricos. En aquellos tiempos había aviones y grandes armas para matar y nosotros nos dedicábamos a matar lentamente los animales de carga que teníamos en casa con ese negro negocio de segar, acarrear, trillar, labrar con el arado...Etc. Un abrazo.