No se quien habrá colgado estas fotos, pero quien lo haya hecho no sabe la emoción tan grande que he sentido al ver cada una de ellas. Pero esta especialmente, viendo a mi marido, Jose Luis, y recordar lo feliz que era disfrutando en Deza, pueblo que sentía como propio, y sobre todo en las fiestas, con los amigos de la peña machicha.