El morisco Román Ramírez de Deza fué procesado por el Tribunal de la Inquisición de Cuenca, jurisdicción a la que pertenecía el Obispado de Sigüenza, en el que estaba incluida la villa de Deza desde el siglo XII hasta mediados del siglo XX. Este morisco dezano fué procesado por dicho Tribunal acusado de brujería, hechicería, blasfemo etc, y estuvo preso durante varios años hasta su muerte en 1600 en la carcel del Tribunal de la Inquisición de Cuenca; en los archivos de la Inquisición de esa Ciudad, al parecer figuran las actas del proceso que se le siguió; éste persona fué en el siglo XVI muy importante por la fama de sabio que tenía y a su consulta venían gentes de muchos lugares de España; según el escritor Julio Caro Baroja éste personaje tenía alumnos a los que enseñaba la medicina natural que practicaban los moriscos de padres a hijos, fué acusado de hereje y de practicar el islam; el literato Juan Ruiz de Alarcón se sirvió de sus hazañas y de sus andanzas para escribir la obra "Quien mal anda, mal acaba", aunque el argumento se aparta de la realidad de los hechos. También la escritor Mercedes García Arenal lo refiere en su obra "Inquisición y moriscos". Murió en la prisión. Al año siguiente a su muerte, el rey Felipe III y su corte, se reunieron con el pueblo en la plaza mayor de Toledo "Zocodover" para llevar a cabo la ejecución de varios moriscos herejes, y allí mismo se llevó a cabo la quema en la hoguera de los restos mortales del morisco dezano que fué desenterrado de su tumba. Esto os dirá claramente la importancia que le dieron en su época a este personaje, que sí que tendría que tener una calle en nuestro pueblo. M.A.E.P.