Las últimas casillas que se hicieron en Deza, que yo recuerde, fueron las dos que se encuentran al costado de la ermita de San Roque, que una la hizo el tio Manuel, el marido de la Lucila y la del tio Raimundo el marido de la Virgilia. A ambos les venía bién ahorrarse el bajar la Cuesta de San Roque, cargados con la miés y después subirla de vacío. Por allí hacían sus veranillos, ellos. También sirvieron por el mismo precio, para bailar y danzar el Día de La Cruz de Mayo, al son de la oquesta de turno. Un abrazo.