Aquí tenemos dos polluelos, siempre suelen ser una pareja nada más y hace solo un día que han salido del cascarón. Enseguida el instinto, aun cuando ya han nacido para pasar camuflados por el suelo, los llevará a moverse del sitio y se desplazaran unos metros de donde nacieron. Su madre no construyó ningún nido y por lo tanto todo el terreno será su casa, sin distinción. Su madre ya se encargará, con una señal a la que contestan, de buscarlos, pues ya sabe que los encontrará juntos. Les dará de comer y pasará un rato cobijándolos debajo de sus alas. Así hasta que sean grandes y puedadn volar y arreglarselas solos. Otro ciclo de la vida que se ha completado. Un abrazo.