Después de pasar el día, si es que el tiempo ha dejado y después de haber acabado las viandas y el café, poco a poco se comieza la procesión en la que se baja San Roque al pueblo, por el camino de la cuesta. Un año, recuerdo que la imagen del Santo no se ancló bien a la peana y al comenzar la bajada del pairón se cayó al suelo y se esmorritó. No se hizo sangre ni sequejó pero dejó a todos boquiabiertos y sorprendidos. Y es que la verdad, con los años, el clavo ya está muy desgastado y es dificil "dar con el clavo" nunca mejor dicho. Ahora vendrá una cuesta empinada y con muchos cantos rodados y de arcilla, hasta llegar al cementerio viejo, que en la actualidad es un parque infantil y en donde se rezaba un responso por los difuntos y se tocaba a muerto. Desde la puerta Cihuela hasta la iglesia o sea por la Calle Mediavilla, se va parando la imagen de vez en cuando, porque algunos vecinos echan una limosna para un responso. Mientras tanto la campana gorda, la Santa María, se voltea a toda marcha mientras el campanillo repica sin parar. Antes, hace años también se volteaba el campanillo, que es otra campana menor, pero en la actualidad va muy pesado y nadie se expone a caer de la torre pues la verdad es que es peligrosoEl abuelo, un abrazo.