Qué más le gustaría al alcalde que restaurar el Arco de San Blas, que casi podría ser un símbolo de nuestro pueblo. El problema es el de siempre, el puñetero dinero. Pero si algún entendido en la materia nos da pistas de cómo hacerlo por poco dinero, me comprometo a, como mínimo, evitar que caiga.
Balta.
Balta.