Estas fincas de Deza que se ven de rastrojos, antaño fueron feraces huertas de árboles frutales, de remolacha, panizo, patatas, ajos, hortalzas y demás plantacines de cavar con azada. Aquello en Deza se acabó al terminarse la obra de mano barata. Hoy en día lo rentable es sembrar y cosechar con maquinaría y no doblar la espina pues la tierra como decía uno de aquí, está muy baja. Si no prueba una jornada de ocho horas, cavando remolacha y me lo dirás. No te lo aconsejo. Un abrazo.