Es bien sabido que los carpinteros de Deza estaban cualificados para hacer toda clase de trabajos de carpintería y que hicieron algúnos trillos. Nadie lo duda; pero esta no era la norma. Los traían mas baratos de fuera al hacerlos gentes especializadas y al por mayor, con herramientas y medios adecuados. Te lo digo yo por medio de mi nieto, que lo se por experiencia. También tengo presente que el tio José, el carpintero y suegro de Benjamín a quién Dios tenga a todos en su Gloria, hacía "chocolateras" o sea máquinas de ablentar que eran, cada una, pues... Una pieza de museo. ¡Cúanto valdría ahora una de aquellas máquinas en buen uso...! Todo se estropeó por no darle valor a las cosas, en aquellos tiempos de transición del arado romano a la cosechadora. Todo fue tan rápido, que nos cogió despevenidos y tiramos todo por la borda, quizá pensando que el barco se iba a píque, sin saber que flotaría por mucho tiempo todavía...Un abrazo del abuelo a toda Deza.