Así se veía el campo desde el alto de San Roque esta primavera, cuando todos los dezanos subimos en romería a la ermita. En este paraje se bendicen los campos, se hacen peticiones al santo cantando con devoción, se subastan los royos, se baila, se convive...Este año los colores eran espectaculares, invitaban a quedarse aunque el aire nos disuadió a la hora de comer. Merece la pena visitar Deza también en esta época del año. Un floral saludo, C.