No, en deza no se pagaba nada por llevarse una moza. Nadie tenía suficiente dinero. En cuanto al cigüelano o cihuelano que dices que subía todos los domingos para ver a una paisana, alguna noche cuando regresaba a su pueblo se llevó un buen susto al pasar por el cementerio...¡si es que el amor es osado; y dulce el sabor de la venganza !