Leyendo a Roberto L. Blanco Valdés, Catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Santiago, entresaco de un artículo suyo:
"Los olores son para mí, sin embargo, lo más inolvidable: el de la leche en polvo americana, puro refugallo del Plan Marshall; el de las gomas de borrar Milán de dos reales; el de las pizarras, que olían a frío, y el de los pizarrines, que olían a cemento; el de la tinta...y, por encima de todos, el de la miseria de aquella España que tenía aún la guerra atada al cuello. Por eso cuando quiero recordar mi infancia, que es mi escuela, abro una caja de lápices y huelo".
En la escuela de Deza, ¿os acordáis de la escuadra y el cartabón gigante, del compás enorme de madera…que doña Mercedes manejaba como si tal cosa en la pizarra, y el reloj con unas agujas de metal donde aprendimos como se mide el paso del tiempo? Los mapas nos resumian todo nuestro mundo, lo aprendíamos cantando.
Con respecto al servicio social, cuando las chicas de mi generación llegamos a la edad de poder hacerlo, era el año en que murió Franco. Yo lo hice en la sesión de cine forum, que organizaba la universidad laboral de Zaragoza, nocturna, recogiendo las entradas. Fue enriquecedor al poder participar posteriormente en los coloquios que se organizaban después del pase de la película. Me libré de hacer canastillas y esas cosas, que está bien que las hagas si te gustan, no por obligación como era en el caso del servicio social. Un saludo, C.
"Los olores son para mí, sin embargo, lo más inolvidable: el de la leche en polvo americana, puro refugallo del Plan Marshall; el de las gomas de borrar Milán de dos reales; el de las pizarras, que olían a frío, y el de los pizarrines, que olían a cemento; el de la tinta...y, por encima de todos, el de la miseria de aquella España que tenía aún la guerra atada al cuello. Por eso cuando quiero recordar mi infancia, que es mi escuela, abro una caja de lápices y huelo".
En la escuela de Deza, ¿os acordáis de la escuadra y el cartabón gigante, del compás enorme de madera…que doña Mercedes manejaba como si tal cosa en la pizarra, y el reloj con unas agujas de metal donde aprendimos como se mide el paso del tiempo? Los mapas nos resumian todo nuestro mundo, lo aprendíamos cantando.
Con respecto al servicio social, cuando las chicas de mi generación llegamos a la edad de poder hacerlo, era el año en que murió Franco. Yo lo hice en la sesión de cine forum, que organizaba la universidad laboral de Zaragoza, nocturna, recogiendo las entradas. Fue enriquecedor al poder participar posteriormente en los coloquios que se organizaban después del pase de la película. Me libré de hacer canastillas y esas cosas, que está bien que las hagas si te gustan, no por obligación como era en el caso del servicio social. Un saludo, C.