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Buenos días Deza: Voy a intentar por tercera vez en la mañana, contar (un poco descafeinada ya pues uno siente cierto desgaste) una costumbre que existe en nuestro pueblo hace muchísimoa años, como es la rifa de una animal de la raza porquina entre todos los participantes que lo deseen. Entre ellos se pueden anotar en papeletas hechas a mano, a vivos y difuntos. Claro que en caso de ser agraciados, solo participarán de su disfrute los que caminan en este valle de lágrimas. No sabemos como será el otro valle.
La rifa se hacía siempre el domingo después de Reyes, aunque pillara una semana después. Ahora creo que se hace el día de Reyes mismo. Entonces se meten todas las papeletas de la rifa con los nombres de los apostantes y unas cuantas con el nombre de (C) en una olla y una mano inocente va sacando papeletas hasta que después de la última sacada salga la de (C). Para éste será el animal de la raza porquina que estaba en juego. El agraciado suele echar a la chiquillería monedas desde el balcón o ventana al grito de ¡Aquí! ¡Aquí...!
Buenos días Deza y un abrazo.
La rifa se hacía siempre el domingo después de Reyes, aunque pillara una semana después. Ahora creo que se hace el día de Reyes mismo. Entonces se meten todas las papeletas de la rifa con los nombres de los apostantes y unas cuantas con el nombre de (C) en una olla y una mano inocente va sacando papeletas hasta que después de la última sacada salga la de (C). Para éste será el animal de la raza porquina que estaba en juego. El agraciado suele echar a la chiquillería monedas desde el balcón o ventana al grito de ¡Aquí! ¡Aquí...!
Buenos días Deza y un abrazo.