Este arco es único y es lo que queda de la ermita de San Blas que se derrumbó hace unos sesenta años o sea a mediados del siglo pasado. Esto del siglo pasado suena un poco raro; pero es el siglo en que nacimos casi la mayoría de los mortales que andamos sobre la tierra pues sólo se libran de ello los niños que tienen menos de seis años. Claro que hay que distinguir entre los que nacimos en el primer tercio y los que han nacido próximos al 2000. No se cuantoa años tendría la ermita; pero lo que si se cierto es que este arco está en estas condiciones desde hace más de medio siglo. Las personas que lo reforzaron el año pasado me han asegurado que permanecerá en pie dos o tres generaciones más. Que el santo los troteja. Así sea. Un abrazo.