En este nicho capilla, la pintura central representa a Nuestra Señora, La Virgen María echando una mano a las Almas del Purgatorio en donde podemos ver incluso un personaje con mitra, queriendo demostrar con ello el artista, que allí van toda clase de mortales pues todos somos pecadores. Incluso el artista quizá quiso reflejarse él mismo pintando a uno que tiene seis dedos en cada mano, cosa rara ya que nos es habitual esta anomalía. Encima de este cuadro hay otro que representa a San Francisco Javier y lo traigo a colación porque este año se celebra el 500 aniversario de su muerte a los 46 años de edad, de los cuales los mejores de su vida los dedicó a su prójimo, allá en oriente medio y en la India. Este año El Domund nos recuerda su vida ofrecida en holocausto a la caridad y al amor de los más necesitados. Un abrazo del abuelo.