En mi casa trillábamos con un trillo mas bien pequeño pues los mulos o machos que teníamos eran de poca fuerza y claro, al cabo del día acababan muertos de cansancio, los pobres animales. Y como la parva era pequeña, cuando la recogíamos había más "moñigos" que grano. Recuerdo que a veces, después de mearse los dos a la vez, parecía que había llovido y en media hora no se trillaba apenas nada. Y más si las dos necesidades las hacían a la vez. Eso ya era el colmo. Había gente mas espabilada que llevaba una sartén vieja para recoger los moñigos y separarlos de la parva. Eso era de obligado cumplimiento si se trillaba con bueyes puesto que si no lo hacías, te envolvían la parva en pocos minutos. Un abrazo del abuelo.