Esta imagen que estamos observando, es un relive de los cuatro que bordean el púlpito del lado de la epístola y representa a un padre de la Iglesia, en este caso San Ambrosio, uno de los más famosos. En el año 374 recibió la sede episcopal de Milán, entonces vacante y adoptó una decidida oposición frente al arrianismo, que negaba la divinidad de Cristo. Resistió con éxito el intento del emperatriz Justina de introducir el arrianismo en Milán..El pueblo milanés sentía un gran cariño y respeto por la benevolencia y sabiduria que desempeñó en el desempeño de su cargo.Aunque ambicioso, fue amble y generoso y como estdista, enérgico e indomable; como teólogo, erudito y profundo. Su más valioso legado a la Iglesia es el de sus "himnos".