Estamos en visperas de La Pilarica y yo ya tengo mis billetes para pasarme por allí todo el fin de semana. A ver si me tropiezo, como suele sucedr siempre, que me encuentre alguna persona del pueblo pues se alegra uno mucho. Yo lo que no comprendo del todo es como entre tantas miles de personas, cuando aperece uno de Deza, al momento lo reconoces y el te reconoce a tí. Y esa cara es reconocible entre millones...¡Qué cosas tan maravillosas tiene la vida!. Un abrazo.