Traigo aqui a la página de Deza el relato realizado por una persona de Turleque, me parece muy bueno, y como en Deza también somos nostálgicos sabemos reconocer donde se encuentra una buena fuente de recuerdos. Dice: Lo primero que se hacía era orientar la máquina en contra del sentido del viento reinante en ese momento para que así la paja, que era lo que menos pesaba y salía por atrás, lo hiciese ayudada por el mismo además del producido por la propia máquina. Una vez hecho esto, se le quitaban las ruedas y se calzaba con trozos de madera para que no vibrase demasiado ni se moviese. En estas condiciones se comenzaba a moverla mediante el arranque del motor o el manejo de la manivela y se empezaba igualmente a echarle por la parte de arriba (tolva) la mies trillada o el grano sermilimpio, según se tratase de limpiado o zarandado respectivamente. Dicho movimiento ponía en funcionamiento varias cosas a la vez, así: Ese gran cilindro que puede observarse a la derecha albergaba un gran molino de aspas cuyo giro solidario con el motor o la manivela producía una fuerte corriente de aire que incidía directamente sobre el chorro de producto que caía reguladamente desde la tolva, arrastrando hacia atrás la paja, de menor peso, y dejando caer el grano y las granizas, con los que no podía al ser mas pesados, sobre esas cribas de que hablas, sometidas a un movimiento de vaivén producido por esa larga biela que observamos a lo largo de la aventadora. Sobre la colocación ya no estoy tan seguro porque eso era ya cosa de los expertos y, por supuesto, yo no lo era, pero creo que eran tres y se colocaban superpuestas en orden decreciente al tamaño de la malla. En esas condiciones, el grano, al haber pasado las tres cribas, salía por la parte delantera, apartándolo hacia el montón que se iba gradualmente formando mediante esas curiosas palas de madera que vemos en la foto y colocándose esa tabla que evitaba se mezclase con las granizas (Impurezas, granos deformes, nudos etc.) que, al no pasar alguna de esas cribas eran desplazados hacia atrás y caían por esa rampa que puede verse casi al final a la izquierda. La paja y el tamo (Paja fina y polvo) que también eran progresivamente amontonados utilizando las bieldas (En Turleque bielgas) que también se ven por ahí y que era de lo mas duro de hacer por el polvo que se tragaba. Era un trabajo muy fuerte (Al menos para mi) y en unas condiciones muy difíciles (A cuarenta grados, descalzo, con picores, tizón etc.). ¿Te ha quedado claro? Me gustaría que alguien corrigiese o mejorase lo expuesto. El nostálgico. Para Deza desde Turleque, C.