La casa pertenece a de. Santiago Esteras quien la ha legado a una entidad religiosa que se hará cargo de ella cuando muera. Por las noticias que tengo, de. Santiago está muy mal, incluso incapacitado judicialmente pero todavía va aguantando. Sólo en el caso de que fuera necesario su venta para poder satisfacer sus necesidades vitales podría su tutora y con el visto bueno del juez, venderla.