En Deza se crían melones como en el mejor de los sitios pues tiene suelos muy apropiados en cuanto a su composición y muy ricos en potasa y frescos en humedad; pero mejor en secano que en las huertas. Hay una clase exclusivamente de secano que daría excelentes resultados en nuestro pueblo ahora que hay poca ganadería por el campo. En tiempos pretéritos era una temeridad sembrar melones en los barbechos pues los mismos pastores te los rajaban cuando los frutos aún eran pequeños, para que no volvieras a sembrar nunca más. Les estorbaban para pastorear sobre todo de noche pues las ovejas dejaban las matas peladas y las huellas de su ganado lo delataban y tenía que pagar daños y perjuicios En cambio si entraba una noche con su navaja nadie podía adivinar que fuese él. De buena tinta...Un abrazo.