Muestra de las columnas que que sirven de sustentación a la fábrica de nuestra iglesia de Deza. Semejan enormes palmeras que cubren un cielo tachonado de estrellas y luceros. Nuestros antiguos ya sabían que en el cielo había dos clases de faroles; unos que titilaban que son las estrellas y otros que tienen su luz fija y éstos son los luceros o sea los planetas a los que ya tenían clasificados con mucho detalle. Con las veces que he dormido al raso y si no lo hubiese estudiado pues ni siquiera me hubiese dado cuenta de estos detalles. Por eso creo que ha tenido que haber hombres muy atentos a su entorno para darse cuenta de ello y anotarlo. Lo mismo que para detectar otros cambios como son lo de las estaciones del año. A ver de donde sacaron cuando empieza una y otra si no tenían ningun instrumento científico. A esos hombres los admiro yo y quiero rendir homenaje desde aquí. Un saludo
[GoogleBarVIP= 1].
[GoogleBarVIP= 1].