En este rincón se está muy bien en verano a la sombra de las acacias y oyendo a las cardelinas cantar. Había cuatro árboles que nos servían para jugar a las cuatro esquinas ya que estaban a dos pasos de la escuela de Doña Pasión y del cementerio que es donde jugábamos en el recreo pues la escuela no tenía patio. Lo que tenía era el horno debajo que en invierno nos proporcionaba calor y en verano nos asaban el sol y las brasas. Por cierto faltan unos minutos para que empiece el verano esta año 2006. Creo que se presenta calentito. Por mi parte os deseo que lo peséis muy felices y si venís al pueblo mejor que mejor pues la piscina estará estupenda. Un abrazo.