Y algo de historia de nuestro pueblo Deza.
En los años en que yo era un adolescente, el señor Cura de turno, uno de los cuales recuerdo con toda precisión que se llamaba Don Plácido, nos echaba el "aguinaldo" a los chicos a la salida de la Misa Mayor. Su aguinaldo consistía en unos puñados de perras gordas y perras chicas de cobre, que eran las que se estilaban entonces. Las lanzaba al aire entre los grupos vociferantes de chiquillos que gritábamos a todo pulmón ¡Aquí, aquí...! También se le ocurría a veces echarlas donde estaban las mozas, todas ellas mudadas, las cuales echaban a correr porque nos metíamos en medio a buscar las monedas de cinco y diez céntimos, tan apreciadas por nosotros. Eran aquellas de Alfonso XII y XIII a las que llamábamos perras gordas y perras chicas. Su valor, ahora, pues un céntimo de €/por 160 aproximadamente. Casi ná...
Si había una buena nevada no era impedimento para echarlas entre la nieve pues nosotros las rebuscábamos igualmente. Por cierto que las hubo de medio metro de espesor. No como ahora que como mucho caen de medio palmo.
Un abrazo.
En los años en que yo era un adolescente, el señor Cura de turno, uno de los cuales recuerdo con toda precisión que se llamaba Don Plácido, nos echaba el "aguinaldo" a los chicos a la salida de la Misa Mayor. Su aguinaldo consistía en unos puñados de perras gordas y perras chicas de cobre, que eran las que se estilaban entonces. Las lanzaba al aire entre los grupos vociferantes de chiquillos que gritábamos a todo pulmón ¡Aquí, aquí...! También se le ocurría a veces echarlas donde estaban las mozas, todas ellas mudadas, las cuales echaban a correr porque nos metíamos en medio a buscar las monedas de cinco y diez céntimos, tan apreciadas por nosotros. Eran aquellas de Alfonso XII y XIII a las que llamábamos perras gordas y perras chicas. Su valor, ahora, pues un céntimo de €/por 160 aproximadamente. Casi ná...
Si había una buena nevada no era impedimento para echarlas entre la nieve pues nosotros las rebuscábamos igualmente. Por cierto que las hubo de medio metro de espesor. No como ahora que como mucho caen de medio palmo.
Un abrazo.