Este brasero que vemos en la foto es de una dezana que lo guarda con mucho cariño y por el aspecto que presenta se podrían hasta comer sopas en él. Claro que a mi tratándose de sopas prefiero las de leche y si están a tres o cuatro grados, mejor. En mi casa las poníamos en la ventana en el invierno pues aunque no teníamos nevera, tampoco nos hacía falta y nos sabían a gloria. Y ya que hablamos de sopas, están las sopas en sartén que me gustan mucho y alguna vez me las hago para cenar. Se hacen de la siguiente manera: se cortan unas rebanadas de pan y se fríen en la sartén. Una vez fritas se le añade el agua hirviendo que previamente habíamos puesto en el fuego con unos ajos y se dejan reducir un poco hasta que espesen algo. Comerlas calentitas y buen provecho. Un abrazo.