EL GRAN CIRCO
He buscado la equidistancia para intentar ver, desapasionadamente, los dos circos políticos más importantes del país. Desde mi butaca, miro a la izquierda, luego a la derecha, procurando que no se me pierda lo principal del espectáculo. El de la izquierda está pendiente de los casos de corrupción del otro lado, tratando de que sus serios problemas económicos, pasen desapercibidos. El de la derecha aguanta el chaparrón (ciclón diría yo), que esta vez no viene del Golfo de Méjico, sino del este peninsular. Como el tiempo lo cura todo (al menos lo atempera), ayer los de la derecha, sacaban pecho, ante la posibilidad de que también los de la izquierda estén salpicados de la misma trama y de la misma mierda. Entre tanto, sólo escucho una voz realista en el circo de la derecha (la del Sr. Montoro), por la que reconoce que en todos los circos puede haber corruptos y que lo importante es descubrirlos y ponerlos en manos de la justicia. Lo que no me gusta nada es que los unos y los otros, disfruten de la corruptela de los contrarios, en vez de sentir vergüenza y tomar medidas para que no se produzca en ninguno de los lados. Desde mi posición en esta gran carpa del circo, me doy cuenta de que a falta de buenos trapecistas o domadores, nos tenemos que conformar con los enanos.
Pido disculpas a los pequeñitos, a no ser que estén trabajando en estos circos.
Un abrazo amigos
He buscado la equidistancia para intentar ver, desapasionadamente, los dos circos políticos más importantes del país. Desde mi butaca, miro a la izquierda, luego a la derecha, procurando que no se me pierda lo principal del espectáculo. El de la izquierda está pendiente de los casos de corrupción del otro lado, tratando de que sus serios problemas económicos, pasen desapercibidos. El de la derecha aguanta el chaparrón (ciclón diría yo), que esta vez no viene del Golfo de Méjico, sino del este peninsular. Como el tiempo lo cura todo (al menos lo atempera), ayer los de la derecha, sacaban pecho, ante la posibilidad de que también los de la izquierda estén salpicados de la misma trama y de la misma mierda. Entre tanto, sólo escucho una voz realista en el circo de la derecha (la del Sr. Montoro), por la que reconoce que en todos los circos puede haber corruptos y que lo importante es descubrirlos y ponerlos en manos de la justicia. Lo que no me gusta nada es que los unos y los otros, disfruten de la corruptela de los contrarios, en vez de sentir vergüenza y tomar medidas para que no se produzca en ninguno de los lados. Desde mi posición en esta gran carpa del circo, me doy cuenta de que a falta de buenos trapecistas o domadores, nos tenemos que conformar con los enanos.
Pido disculpas a los pequeñitos, a no ser que estén trabajando en estos circos.
Un abrazo amigos