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DEZA: Decía pefeval, hace unas fechas, que los políticos...

Decía pefeval, hace unas fechas, que los políticos actuales y los medios habían pasado por alto el 8º Centenario del Cantar de Mío Cid y que otro tanto pasaba con la reina Isabel la Católica, ninguneada por los actuales políticos en el poder. Y decía bien. Lo que afirma es un hecho cierto. Sobre el por qué de esto, sí pueden sacarse diferentes conclusiones y, como tales, con sus lógicas dosis de subjetividad. Desde mi particular punto de vista, soy de los que piensan que es una tendencia muy extendida entre la progresía actual -no confundir con la izquierda seria que, por cierto, no sé por dónde anda- el demonizar todo lo que el franquismo contaminó o exageró. Si hace falta hasta los pantanos. Y los que no tragamos ni antes la dictadura aquella ni ahora cualquiera otra, aunque sea la dictadura de lo políticamente correcto, tenemos el defecto de opinar desde la independencia de critero, por tanto no partidista, equivocados o no. Es cierto que el franquismo mitificó -o más bien los utilizó a su manera- la Reconquista, el Cid, Isabel la Católica, el Descubrimiento de América, el Imperio, los Austrias, la propia Iglesia que lo apoyaba... y hasta algo tan cercano a nosotros como la gesta numantina. Finiquitada la dictadura y ya anclados en esta democracia, lo que hubiese procedido, a mi entender, es asumir nuestro pasado histórico, nuestra verdadera memoria histórica, término tan actual, sin fobias ni complejos, con sus luces y sombras y con el suficiente rigor que pueda darse en algo tan resbaladizo como son los hechos históricos. Pero no; aquí quieren que reneguemos de todo pasado que no se conforme a los cuatro caciquillos locales que, esos sí, hacen exaltación de sus mitos (mitos, mitos) locales, conformando la historia a sus intereses. Por cierto, aquel nacionalismo de la unicidad y la uniformidad me recuerda mucho a estos nacionalismos locales que todos conocemos. Son bastante simétricos. Y, paradójicamente, sentirse español hoy es lo "carca" y nacionalista "lo progre". Vivir para ver. (Aunque uno no sea licenciado en historia, claro.)