Recuerdo este poema de Manuel Lassa:
NOCHE DE REYES
Caía la nieve
menuda y pausada,
cubriendo tejados, oteros y valles,
caminos y plazas.
Tras de los cristales
en lujosa estancia,
una madre cantaba a su hijo
de brujas y magos
leyendas extrañas.
" ¿Sabes -le decía,
mientras lo besaba-.
Esta noche es la noche de Reyes.
A las doce en punto
por los aires pasan,
y a los niños que son siempre buenos
les traen juguetes
de tierras lejanas.
Si pones tus botas
en esta ventana,
ya verás cuántas cosas en ellas
de los Reyes Magos
encuentras mañana".
" ¡Ay, qué gusto!", decía el pequeño
batiendo las palmas.
Y en tanto su madre
en brazos le alzaba,
imprimiéndole un beso en la frente,
un beso nacido
del fondo del alma.
Caía, caía
la nieve pausada
cubriendo tejados, cubriendo faroles
y calles y plazas.
Tras de los cristales la madre y el niño
bajar lentamente
los copos miraban,
cuando un niño harapiento y descalzo
pidiendo limosma
la calle cruzaba.
"Mamá -exclamó el niño-,
mira ése que pasa;
es un pobre que no tiene botas.
No podrá ponerlas
sobre su ventana,
y los Magos que traen golosinas
no van a dejarle
juguetes ni nada.
¿Le digo que venga?
¡Llámale tú, anda!
Tengo dos zapatos; le voy a dar uno,
y cuando los Magos
pasen por su casa
ya sabrán que allí duerme otro niño
y pondrán juguetes
de tierras lejanas..."
Un saludo y Felices Reyes, foreros.
NOCHE DE REYES
Caía la nieve
menuda y pausada,
cubriendo tejados, oteros y valles,
caminos y plazas.
Tras de los cristales
en lujosa estancia,
una madre cantaba a su hijo
de brujas y magos
leyendas extrañas.
" ¿Sabes -le decía,
mientras lo besaba-.
Esta noche es la noche de Reyes.
A las doce en punto
por los aires pasan,
y a los niños que son siempre buenos
les traen juguetes
de tierras lejanas.
Si pones tus botas
en esta ventana,
ya verás cuántas cosas en ellas
de los Reyes Magos
encuentras mañana".
" ¡Ay, qué gusto!", decía el pequeño
batiendo las palmas.
Y en tanto su madre
en brazos le alzaba,
imprimiéndole un beso en la frente,
un beso nacido
del fondo del alma.
Caía, caía
la nieve pausada
cubriendo tejados, cubriendo faroles
y calles y plazas.
Tras de los cristales la madre y el niño
bajar lentamente
los copos miraban,
cuando un niño harapiento y descalzo
pidiendo limosma
la calle cruzaba.
"Mamá -exclamó el niño-,
mira ése que pasa;
es un pobre que no tiene botas.
No podrá ponerlas
sobre su ventana,
y los Magos que traen golosinas
no van a dejarle
juguetes ni nada.
¿Le digo que venga?
¡Llámale tú, anda!
Tengo dos zapatos; le voy a dar uno,
y cuando los Magos
pasen por su casa
ya sabrán que allí duerme otro niño
y pondrán juguetes
de tierras lejanas..."
Un saludo y Felices Reyes, foreros.