Luz ahora: 0,10887 €/kWh
VICTIMISMO
Una historia varía notablemente, dependiendo de quien la cuente. Sea cual sea el motivo de desencuentro en una pareja, éste se produce porque cada cual se aferra a su verdad, cuando todos sabemos que no existe la verdad absoluta y que es la acumulación de errores, por las dos partes, la causa del problema. La parte mas débil, si además se siente perjudicada, buscará el apoyo y la comprensión de familiares y amigos. Normalmente éstos creerán “su historia” y el otro, que por discreción calló, será considerado culpable y por tanto será víctima del victimismo del otro. Este problema añadido tiene difícil solución, ya que será difícil recuperar la honorabilidad, haciendo cambiar el juicio de los próximos, porque como dice el refrán: “calumnia que algo queda”. El ser maravilloso lo convertimos en malvado, cuando una historia de amor termina, olvidando que los seres humanos somos duales y que la bondad-maldad andan juntas. Mis amigos lo son, no porque sean mejores que otros, sino porque me muestran la mejor parte.
La discreción solo tiene valor para los sensatos y estos saben, que quien daña a otros con sus palabras, resulta el más dañado. Tomando un símil mercantil, alguien que quiera vender, por buen producto que tenga, deberá hacer publicidad. Esa es la gran baza del difamador.
Una historia varía notablemente, dependiendo de quien la cuente. Sea cual sea el motivo de desencuentro en una pareja, éste se produce porque cada cual se aferra a su verdad, cuando todos sabemos que no existe la verdad absoluta y que es la acumulación de errores, por las dos partes, la causa del problema. La parte mas débil, si además se siente perjudicada, buscará el apoyo y la comprensión de familiares y amigos. Normalmente éstos creerán “su historia” y el otro, que por discreción calló, será considerado culpable y por tanto será víctima del victimismo del otro. Este problema añadido tiene difícil solución, ya que será difícil recuperar la honorabilidad, haciendo cambiar el juicio de los próximos, porque como dice el refrán: “calumnia que algo queda”. El ser maravilloso lo convertimos en malvado, cuando una historia de amor termina, olvidando que los seres humanos somos duales y que la bondad-maldad andan juntas. Mis amigos lo son, no porque sean mejores que otros, sino porque me muestran la mejor parte.
La discreción solo tiene valor para los sensatos y estos saben, que quien daña a otros con sus palabras, resulta el más dañado. Tomando un símil mercantil, alguien que quiera vender, por buen producto que tenga, deberá hacer publicidad. Esa es la gran baza del difamador.